Amigos, comprometerse con la excelencia es estar programado para ganar. Es tener una visión que produce pasión. Es asumir responsabilidad con uno, con su familia y su país. Es tener la seguridad de saber que tengo la capacidad de levantarme cada vez que me caiga. Es tener un espíritu de lucha, de confianza y superación.

Las personas que están comprometidas con la excelencia saben que deben hacer las cosas bien desde el primer intento. Ser excelente es tener un plan, lograr los objetivos establecidos a pesar de que la circunstancia que tenemos ante nosotros no nos favorezca.

Las personas que son excelentes saben evaluar su crecimiento personal, conocen como están impactando a las personas que le rodean y visualizan un futuro de prosperidad, de satisfacción y generosidad. Pero ¿cómo podemos desarrollar la excelencia? El recurso más valioso que usted tiene es la oportunidad de utilizar el potencial que Dios le ha dado para alcanzar sus sueños y sus metas. La calidad de sus pensamientos, su compromiso a dar lo mejor de usted.

Como usted se vea, se visualice, tiene una relación directa a los resultados que usted está consiguiendo hoy. Otro recurso valioso son sus compañeros, la gente que le rodea. Ellos están motivados a explorar sus talentos y correr la milla extra para ayudarlo a que usted consiga la excelencia. Sus líderes, son modelos, agentes de cambios que fortalecen su confianza para seguir adelante.

Todas las personas han recibido la misma oportunidad para ser excelentes, no se requieren diplomas, ni carta de referencia, ni notas sobresalientes. Lamentablemente las personas se enfocan en buscar razones para demostrar que las cosas no se pueden hacer. Sabemos que las excusas satisfacen solamente al que las da y debilita el carácter del que las acepta. El fracaso puede tener mil excusas, el éxito no requiere explicación porque por los frutos los conocemos. Las personas que buscan la excelencia siempre se enfocan en las soluciones. Los que no están comprometidos con ella son aliados de los problemas. Si cada persona que nos rodea se comprometiera en ser excelente, podemos tener la seguridad de que cambiaríamos la atmósfera de nuestro país, mejoraríamos nuestras relaciones, generaríamos confianza entre nosotros y tendríamos un mejor mañana.

Hay pensamientos que nos afectan. Uno de ellos es la exageración, hacer un huracán en un vaso de agua. Esto produce un sentido de temor y de ansiedad. Nos lleva a interpretar todo lo que sucede de una forma negativa, desarrollando una expectativa negativa y esperando lo peor. Entonces,  ¿cómo podemos ser buenos pensadores para ser conseguir la excelencia?

  • Desarrolle imágenes mentales que produzcan felicidad
  • Espere cosas buenas
  • Suelte las crisis que no puede controlar, los pensamientos negativos.
  • Identifique respuestas que le ayuden a sustituir los pensamientos que le quitan fuerzas.
  • Cuando usted se comunica positivamente con usted mismo, alimenta su estado emocional y enriquece su persona y su comportamiento.

Hoy es un buen día para fortalecer su inteligencia emocional. Ocúpese de usted, no trate de arreglar el mundo si usted no está balanceado. Desactive la ansiedad, no se afane. Cada día traerá su afán por lo tanto desactive las turbulencias emocionales que le impiden ser excelente. Identifique sus fortalezas y olvídese de lo que no pudo conseguir. Olvídese de lo que diga la gente, rompa con el miedo a fracasar.

El miedo a perder algo atrae que se pierda. Hoy es un buen día para declararle la guerra a la mediocridad

Esta dinámica le va a producir confianza y esto es tener fe, es creer en uno mismo, es saber que hoy tiene dos opciones: asumir un compromiso con la excelencia  o lamentarse porque no hizo lo que tenía que hacer. El precio del éxito se paga por adelantado y al contado, se paga trabajando. Así que hoy, aquí y ahora, ¡comprométete con la Excelencia!

Espero que esta información sea de gran utilidad en tu transitar por la vida.

Recuerda aprovechar y aplicar este conocimiento a tu favor. Nos vemos hasta la próxima entrega. Inhala, Sonríe, Exhala… Y recuerda, Dios está en Total Control. “ASÍ DE SIMPLE” NAMASTÉ

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